Introducción
Básicamente hay tres posturas en cuanto a este tema.
1. El Día del Señor es el sábado, el séptimo día de la semana, como en el AT
2. El Día del Señor se cambió del sábado al domingo, el primer día de la semana
3. Se reúne el día domingo siguiendo el ejemplo de Cristo y Sus discípulos y en obediencia a Hebreos 10:25
Nuestra postura es esta última por las razones que vemos en los tres puntos siguientes:
I. El Día del Señor en el Antiguo Testamento
A. Génesis 2:2, 3
1. Dios ‘reposó’ el séptimo día después de los seis días (de 24 horas cada uno) de toda la obra de la creación
2. Lo bendijo — habló bien de ese día
3. Lo santificó — lo puso aparte, apartado de un uso común o malo (de parte del hombre) hacia o para Dios
4. De aquí el día no se menciona hasta 2.500 años más tarde
B. Exodo 20:8–11 y 31:12–17
1. Es vinculado directamente al séptimo día de la semana de la creación y de ahí deriva su razón de ser
2. Forma parte íntegra del pacto que Dios estableció entre El y Su pueblo, Israel
3. Era una señal entre Dios y Su pueblo escogido para que supieran Quién era el que los santificaba
4. Se ve la importancia que tenía para Dios por el castigo que puso por violarlo — la muerte
C. El período intertestamental
1. Se iba añadiendo tradiciones e interpretaciones torcidas al día, pensando que Dios quedaría cada vez más agradado
2. Parecido al hombre que iba cargando su burro con ladrillos diciendo: “Si puede llevar esos, puede llevar uno más”. Pasó lo que tenía que pasar: el pobre burro se desplomó (Mt. 23:4; Lc. 11:46)
II. El Día del Señor en el Nuevo Testamento
A. Cristo
1. Lo observaba (Lc. 4:16)
a. “Nacido bajo la ley” (Gal. 4:4; Mt. 5:17)
b. Es Señor del Sábado (Mc. 2:28)
1) Tiene autoridad para definir el Día y su observancia
2) No contradecía el AT aunque sí las tradiciones de
los hombres (Lc. 6:1–11)
2. Después de Su resurrección
a. Ninguna vez observó el séptimo día
b. Se juntó con Sus discípulos el primer día de la semana (nuestro domingo) (Jn. 20:1, 19, 26)
B. Pablo
1. El principio que regía su actuación (1 Cor. 9:19, 20)
a. Cuando con los judíos, el Sábado (Hch. 18:4–7)
b. Cuando con los gentiles, el primer día (Hch. 20:7; 1 Cor. 16:1, 2)
2. Su enseñanza
a. “Nadie os juzgue…en cuanto a…días de reposo” (Col. 2:16; Rom. 14:5, 6; Gal. 4:8–11)
b. Su observancia no es señal de salvación
c. No es marca de la bestia observarlo (Adventistas)
d. Dios no resalta el cuarto mandamiento por encima de los otros
C. Hebreos 10:24, 25
1. Es la voluntad de Dios que nos juntemos
2. Es para considerarnos, estimularnos y exhortarnos
3. Todo porque el día del juicio viene y daremos cuenta a Dios
III. Su Observancia Hoy en Día
A. Es un testimonio hacia el Señor
1. El debe tener primer lugar en mi vida (Mt 6:33)
2. Es demostración de mi amor hacia El
B. Es un testimonio hacia mi iglesia
1. La Gran Comisión y la predicación del Evangelio
2. No asistir es dar voto para cerrar sus puertas
C. Es un testimonio hacia los demás
1. Familiares, amigos, inconversos, todos observan lo que es importante para nosotros
2. Poco o nada impide que acudamos al trabajo o al colegio, pero cualquier cosita o excusa vale para no asistir a los cultos o llegar tarde
D. Es un testimonio hacia mí mismo
1. Yo lo necesito, mi familia lo necesita
2. La exhortación me indica cuándo voy bien o mal
Conclusión
Es la gracia de Dios lo que nos salva, no el día que guardamos. Nuestro amor para con Dios nos hará más asiduos en nuestra asistencia a la iglesia —D. Flower